Ejercicio terapéutico

El ejercicio terapéutico es el conjunto de movimientos corporales, posturas y actividades físicas que tiene como objetivo recuperar el bienestar musculoesquelético o cardiopulmonar de los pacientes.

El ejercicio terapéutico es un tipo de ejercicio concreto. Está destinado a corregir alteraciones o limitaciones funcionales diagnosticadas. Es por ello que debe ser prescrito por un profesional sanitario: el fisioterapeuta.

No necesariamente trata sólo patología, sino que tiene un importante papel en cuanto a la prevención de lesiones y a la optimización del rendimiento.

Este tipo de ejercicio, es un componente clave dentro del tratamiento de fisioterapia y se ha demostrado que incluirlo en el programa de fisioterapia hace mejorar la función y el rendimiento.

Para enseñar de forma adecuada ejercicio terapéutico a los pacientes, los fisioterapeutas debemos conocer el sistema locomotor, neuromuscular, cardiovascular y respiratorio. Podremos además, mediante la historia clínica, valorar el estado funcional del paciente, el estado de la lesión y las posibles complicaciones. Con toda esta información, valoraremos las precauciones a tomar y las contraindicaciones propias de la lesión o enfermedad.

Los objetivos serán:

  • Reducir o eliminar el dolor.
  • Mejorar, mantener, restaurar y evitar la pérdida de la función.
  • Recuperar la movilidad, la fuerza, la estabilidad y ​​la resistencia relacionadas con problemas físicos específicos.
  • Optimizar el estado general de salud.
  • Incrementar la resistencia física aeróbica y capacidad cardiovascular.
  • Mejorar la forma física y la sensación de bienestar.
  • Preparar el músculo para un mejor trabajo activo.
  • Prevenir la aparición de deformidades, evitando la rigidez y la anquilosis.
  • Perfeccionar la coordinación, equilibrio y la conciencia del movimiento.
  • Ayudar a prevenir lesiones físicas de todo tipo.
  • Acelerar la recuperación tras una lesión deportiva.
  • Ayudar a una recuperación postquirúrgica más rápida y eficaz.

El objetivo final de cualquier programa de ejercicio terapéutico es conseguir movimientos y funcionalidad de forma asintomática.

Los efectos fisiológicos que produce el ejercicio terapéutico son:

  • Fortalece la musculatura.
  • Aumenta el trabajo cardíaco.
  • Estimula los nervios periféricos.
  • Favorece la circulación sanguínea y linfática.
  • Da movilidad al tejido fibrosado.
  • Aumenta la temperatura.
  • Favorece la combustión del colágeno.
  • Mejora la salud y bienestar.

Clasificación del ejercicio terapéutico:

En función de la participación del paciente:

  • Ejercicios pasivos: conjunto de técnicas en las que el paciente no realiza ningún movimiento voluntario, es el fisioterapeuta el que lo lleva a cabo.
  • Ejercicios activos: conjunto de ejercicios en los que el paciente participa de forma voluntaria bajo supervisión o con la ayuda del fisioterapeuta.

Según el objetivo y el propósito del ejercicio:

  • Ejercicios enfocados en la relajación y la respiración.
  • Ejercicios para mantener y aumentar la amplitud de movimiento.
  • Ejercicios para aumentar la fuerza y la resistencia muscular.
  • Ejercicios posturales para mejorar y corregir la postura.
  • Ejercicios de equilibrio y coordinación.

Para desarrollar un buen programa de ejercicio terapéutico los fisioterapeutas debemos:

  • Proporcionar tratamiento personalizado, pautando ejercicios que mejor se adapten al paciente.
  • Valorar los medios que dispone el paciente para llevar a cabo el programa.
  • Dentro del programa, seleccionar las técnicas que nos permitan lograr los objetivos.
  • Favorecer la independencia del paciente siempre que sea posible.
  • Evaluar los avances que se produzcan e ir adaptando el programa para llegar antes a los objetivos.
  • Establecer la duración del tratamiento.

Contraindicaciones en la aplicación de ejercicio terapéutico:

  • Fracturas en periodo de consolidación.
  • Tumores en la zona de tratamiento.
  • Procesos inflamatorios o infecciosos agudos.
  • Miocardiopatías descompensadas.
  • Hemopatías graves.
  • Articulaciones muy dolorosas.
  • Derrames articulares.

La práctica del ejercicio terapéutico produce una serie de ventajas para el paciente:

  • Quema calorías ayudando a mantener o bajar peso en caso de necesidad.
  • Ayuda a relajarse por lo que mejora el sueño y combate el estrés, la ansiedad y la depresión.
  • Aumenta la vitalidad y con ello mejora la imagen que uno tiene de sí mismo y la capacidad de trabajo.
  • Incrementa la resistencia a la fatiga.

En resumen, el ejercicio terapéutico ayuda a fomentar actividades y cambios en el estilo de vida del paciente que pueden ayudar a prevenir lesiones y mejorar la salud y el bienestar en general.                  

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