Embarazo, conoce tu pelvis

Presentar la pelvis como estructura ósea y funcional dentro del proceso del embarazo puede parecer tribal. Sin embargo, tiene una gran importancia para ser partícipes de los cambios que va a experimentar nuestro cuerpo durante el desarrollo del feto, facilitar su acomodación y encajamiento en las fases finales del embarazo y favorecer el momento del parto gracias al movimiento de la misma.

 

¿Qué es la pelvis?

Se puede definir como un cuenco sin fondo que da cabida a las vísceras del abdomen (pelvis endopélvica). Se encuentra compuesta de dos huesos ilíacos, el sacro y el coxis. Para hacernos una idea inicial sobre el volumen de nuestra pelvis, lo primero de todo debemos situar todo el conjunto con ayuda de las manos. Como parte más alta debemos localizar las crestas ilíacas, parte más baja ambos isquiones. Por la parte anterior, localizamos las sínfisis púbica y la parte posterior el sacro que se prolonga hasta el coxis.

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¿Cuál es su estructura?

Como estructuras relevantes que debemos tener en cuenta encontramos:

  • Coxis: puede encontrarse en posición alterada debido a traumatismos y es importante tenerlo en cuenta para la posición que se adopte dilatando y durante el expulsivo.
  • Ligamentos pélvicos: el día del parto se dejarán estirar gracias a la secreción de relaxina.
  • Sínfisis púbica: zona de máxima deformidad durante el parto al paso del feto por el canal.
  • Ligamentos ilio-lumbares: causantes del origen del dolor a nivel de la sacro-ilíacas durante el parto.

La pelvis interna podremos dividirla en dos partes, pelvis mayor y pelvis menor. Durante el embarazo, el feto se aloja en la mayor, y no llega a la menor hasta el momento del parto. En la pelvis menor podemos diferenciar tres niveles o estrechos por los que va a pasar el feto durante el desarrollo del parto. Son el estrecho superior, medio e inferior, zonas clave para el paso del feto, por ejemplo el giro que realiza la cabeza del feto.

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Los movimientos de la pelvis pueden modificar la forma de los tres estrechos, especialmente el inferior en la última fase del parto.

El conocer su estructura y su disposición en el espacio nos cambia la forma de ver el parto y nos ayuda a facilitar el descenso del bebé por el canal de parto gracias a los movimientos y posiciones que podemos realizar.

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