La Fisioterapia y el Pilates en la recuperación de un ictus

  • 29 de octubre de 2017
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  • Pilates

El accidente cerebrovascular o ictus es una lesión cerebral provocada por una alteración del flujo de sangre que llega al cerebro. Se puede producir de dos maneras distintas. Si se interrumpe el riego sanguíneo a una parte del cerebro, se denomina ictus esquémico. Si se produce un derrame de sangre en el cerebro o a su alrededor, se trata de un ictus hemorrágico.

Consecuencias de un ictus:

En ambos casos la consecuencia final es la lesión de las células del cerebro y la pérdida de neuronas. Más del 80% de los ictus son de tipo isquémico. Se ocasionan por un coágulo sanguíneo o por la obstrucción de una arteria que lleva sangre al cerebro. En los casos restantes están ocasionados por vasos sanguíneos rotos o dañados que derraman sangre en el cerebro o a su alrededor.

Como las células del cerebro son las que controlan los movimientos, si quedan dañadas por un ictus,  puede producirse una alteración del movimiento del paciente, de manera que, parte del cuerpo puede quedar paralizado. Estos efectos pueden ser leves o graves, transitorios o permanentes. Algunos pacientes se restablecen completamente en cuestión de días, mientras que otros nunca llegan a hacerlo al 100 por 100.

¿Cómo recuperarse después de sufrir un ictus?

El inicio de una rehabilitación precoz es clave en la recuperación de un paciente que ha sufrido un ictus. Hoy en día se sabe que se puede recuperar la función de algunas neuronas dañadas, e incluso que las sanas pueden asumir funciones de las que han resultado afectadas. Por ello, realizar un tratamiento rehabilitador multidisciplinar desde las fases más iniciales es prioritario para garantizar el mejor pronóstico funcional de los pacientes.

La incorporación del Pilates en la recuperación.

Dentro del tratamiento multidisciplinar, la Fisioterapia se va a ocupar de la rehabilitación del movimiento y mejora de la calidad de vida. En este proceso, el método Pilates se presenta como una técnica complementaria a usar siempre que las capacidades del paciente lo permitan.

El Pilates neurológico permite a los pacientes trabajar capacidades como:

  • La respiración.
  • El control y calidad del movimiento, mejorando la propiocepción, el equilibrio y la amplitud articular.
  • El control de la pelvis y de la musculatura abdominal, mejorando así la postura.
  • El tono muscular, induciendo a la relajación de los músculos espásticos y al fortalecimiento general de la musculatura profunda.
  • El estado anímico y la motivación del paciente.

Además el Pilates destaca por su facilidad para ser adaptado a las capacidades de cada paciente. Todos los ejercicios pueden ser modificados en función de las necesidades personales, por lo que es un instrumento cada vez más utilizado en la neurorehabilitación de los pacientes que han sufrido un ictus.

 

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