La importancia de la hidratación para la buena salud y el adecuado funcionamiento de los sistemas del organismo es muy grande y más aún en caso del deporte, el rendimiento deportivo y la prevención de lesiones deportivas.
¿Qué es el agua?
El agua es un nutriente necesario para que el organismo se mantenga correctamente estructurado y en perfecto funcionamiento. Desde el punto de vista energético es un nutriente acalórico, es decir, no aporta calorías. El valor del agua es tal que perder un 10% del agua corporal supone un grave riesgo para la salud, de ahí la importancia de la hidratación.
¿Qué función tiene el agua?
El agua va desde la sangre a las células musculares y zonas adyacentes. Sin embargo, cuando el agua escasea en el organismo debido al consumo de fluidos y al sudor, se traslada desde el músculo a la sangre. Este mecanismo permite mantener la circulación sanguínea y la presión a niveles seguros (homeostasis).
El agua se almacena en gran medida en el músculo llegando a ser el 72% de su peso. Por contra, el tejido graso contiene una proporción bastante menor. Aproximadamente el 80% de la energía producida para la contracción muscular se libera en forma de calor. Este hecho hace que nuestro organismo deba eliminar esa gran cantidad de calor para que no se produzca un aumento de la temperatura corporal, que tendría consecuencias muy negativas para la salud. Para ello el organismo recurre al mecanismo de la sudoración con el fin de “enfríar” el cuerpo. Sin embargo, este proceso provoca una importante pérdida de líquidos.
Además de eliminar toxinas, a través del sudor eliminamos sales minerales necesarias para el correcto funcionamiento muscular. Por ello el líquido resulta indispensable para su reposición. Pero no solamente por esto es necesario tener unos buenos niveles de líquidos, sino que es esencial para el correcto estado muscular.
Es por ello que la hidratación, y particularmente el agua, es un componente fundamental a la hora de prevenir y recuperarnos de una lesión sea o no muscular.
