Fisioterapia para el tratamiento de linfoma

El linfoma es un tipo de cáncer que se caracteriza por no afectar a una parte concreta del cuerpo. Esto se debe a que afecta a la linfa. Es decir, se inicia en las células del sistema linfático, pudiendo aparecer en cualquier parte del cuerpo donde exista tejido linfático.

Tipos de linfomas

Una de las preguntas a las que nos enfrentamos con frecuencia es a la de “cuántos tipos de linfomas hay” de cara a tratar cada uno de ellos… 

Respondiendo primero a la cuestión en sí, podemos clasificar los linfomas en dos grandes grupos:

1. Linfomas de Hodgkin (LH): también llamado enfermedad de Hodgkin, es uno de los muchos tipos de cáncer que se desarrolla en el sistema linfático. Este tipo de linfoma, afecta con mayor frecuencia a los ganglios linfáticos del cuello o el área entre los pulmones y detrás del esternón. También aparece en axilas, ingle o pelvis…

En ocasiones este tipo de cáncer puede extenderse a otras partes del cuerpo, pero es poco frecuente.

2. Linfomas no Hodgkin (LNH): se trata de un tipo de cáncer que se origina en los glóbulos blancos (linfocitos). Afecta con mayor frecuencia a adultos. Se origina en los ganglios o tejido linfático y, en ocasiones, afecta a la piel. Este tipo es el más común.

La principal diferencia entre los LH y los LNH se encuentra en las características de las células malignas. En general, las células malignas del LH sufren muchas alteraciones convirtiéndose en células diferentes a las iniciales. Sin embargo, en los LNH, las células sufren también alteraciones malignas, pero mantienen parte de sus características iniciales.

A su vez, éstos se dividen en varios tipos.

Dentro de los linfomas de Hodgkins:

  • con esclerosis nodular
  • clásico rico en linfocitos
  • de celularidad mixta
  • con depleción linfocítica

Dentro de los linfomas no Hodgkin (LNH), puede afectar bien a los linfocitos B o bien, a los linfocitos T.

Hoy en día, los linfomas son los tumores sanguíneos más comunes. Incluso más que la leucemia. Se trata de uno de los 10 cánceres más comunes del mundo. Además, pueden afectar a personas de cualquier edad. El tratamiento y la probabilidad de curación dependerá del estadio y del tipo que sean.

El papel de la fisioterapia: ¿Cómo puede ayudar la fisioterapia en el tratamiento del linfoma?

Como ya hemos visto, hay distintos tipos de linfomas y por supuesto, cada caso es único. En nuestra clínica de fisioterapia en las Rozas, realizamos una valoración completa de cada caso, para poder aplicar el tratamiento de fisioterapia oncológica más adecuado para el paciente.
Nuestros fisioterapeutas realizarán una evaluación multidisciplinar para ayudar al paciente de la mejor manera.

Se ha comprobado que la fisioterapia disminuye considerablemente parte de las alteraciones que sufren pacientes oncológicos.

No sólo se trata de un tratamiento de fisioterapia oncológica durante el proceso en sí. Si no también tras haberlo superado.
Algunos de los beneficios que tiene el tratamiento fisioterapéutico tras haber padecido un linfoma son:

  •  Alteraciones funcionales y articulares, que podrán ser combatidas con ejercicios determinados
  •  Alteraciones musculares y tendinosas, tratadas con terapia manual y técnicas de relajación. También se podrá potenciar muscular la musculatura atrofiada
  • Alteraciones respiratorias y posturales, que mejorarán con ejercicios respiratorios
  • Con el drenaje linfático manual y contención elástica se podrá prevenir y tratar el edema linfático
  • Disminución de dolor
  •  Recuperación de la funcionalidad general del paciente

En esta enfermedad como en muchas otras, sentirse lo mejor posible es necesario. Nuestros fisioterapeutas y demás especialistas, te ofrecerán sus conocimientos y experiencia para que consigas mejorar tu calidad de vida

¿Quieres saber más? ¡Pregúntanos sobre nuestro servicio de fisioterapia oncológica y recuperación post-oncológica!

 

Artículo publicado en Septiempre de 2017, actualizado a Junio de 2021.

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