Cicatrices en pacientes trasplantados

El 6 de junio, la OMS y la Organización Mundial del Trasplante celebran el día del Paciente Trasplantado para concienciar sobre la donación de órganos.

España es considerado uno de los países con mayor número de donantes de órganos para trasplantes.

En este post queremos recalcar la importancia que tiene un fisioterapeuta tras una intervención de este tipo y en especial destacar las actuaciones de tratamiento para mejorar un problema local que presenta el paciente: LAS CICATRICES.

¿Qué es una cicatriz?

La cicatrización es un proceso natural que cumple diversas fases en nuestro organismo:

  • Fase inflamatoria: es la primera de las fases, el cuerpo reacciona ante un problema externo inflamándose, lo que ayuda a aumentar la vascularización de la zona y a que se unan los tejidos.
    • En esta primera fase, cobran especial importancia varias técnicas aplicables dentro del marco de la fisioterapia. El drenaje linfático, la crioterapia localizada y el uso de la tecnología Human Tecar®, que favorece significativamente la disminución de la inflamación
  • Fase proliferativa: en esta segunda fase comienza la regeneración gracias a la acumulación de colágeno. Esta proteína cumple un papel muy importante, ya que crea un tejido fibrótico favoreciendo el cierre de la sutura.
    • El rol del fisioterapeuta consiste en aumentar el aporte de esta sustancia. Esto se consigue gracias a movilizaciones de la cicatriz, técnicas de masaje transversal profundo, electroterapia de estímulo endorfínico y contracción de la musculatura en la zona de la cicatriz para evitar la atrofia. El uso del HCR de Human Tecar®, con el cabezal resistivo, da un impulso a la regeneración de las fibras de colágeno.
  • Fase de remodelación: empieza aproximadamente al mes de la intervención. Durante esta fase se produce la reabsorción del colágeno natural que el cuerpo produce durante la fase anterior.
    • La fisioterapia durante este periodo, estaría enfocada a la normalización del paciente en sus actividades de la vida diaria. Ejercicios como Pilates y estiramientos guiados aportan múltiples beneficios. Consiguen que la cicatriz no sufra ninguna retracción y ayudan a mantener una correcta higiene postural para evitar problemas futuros.

Localización de la cicatriz en función del trasplante

  • Intervención cirugía cardíaca:

a) localización vertical y centralizada en la línea medial del cuerpo. Esta incisión se realiza con mayor frecuencia, pero tiene una cicatrización peor.

b) localización horizontal lateralizada en costado izquierdo. Se considera que tienen una mejor cicatrización y una mayor recuperación, pero se realizan menos.

  • Intervención cirugía aparato genitourinario y digestivo:

a) cicatriz en zona medial: suele realizarse en trasplante de colon y de riñón.

b) lateral en zona del costado, por trasplante de órganos del aparato digestivo, al igual que en bode lateral cercano a la cadera.

c) el trasplante de riñón que en mujeres se realiza por vía vaginal y abdominal. Con una mínima cicatriz de apenas 5-10 cms, mejora la recuperación y problemas postquirúrgicos de cicatrización.

Tipos de cicatriz

Descartando las posibles alteraciones internas que existen asociadas a estas intervenciones, podemos diferenciar entre cicatrices no patológicas y patológicas.

Las no patológicas se consideran cuando están planas y blancas, y apenas notamos sintomatología.

Las llamadas patológicas son algo más complejas, pudiendo clasificarlas en:

  • cicatrices hipertóficas: aquellas en las que se produce un aumento del espesor natural de la cicatriz. Se acompaña de un enrojecimiento en los bordes laterales de la herida. El paciente puede sentir picores y ligero dolor localizado en la cicatriz.
  • cicatrices queloides: cursan con la misma sintomatología que las anteriores, pero con irregularidades en la cicatriz que se agrupan formando engrosamiento que rebosan la propia herida. Se caracterizan por un dolor más intenso, quemazón, sensación de acorchamiento y coloración rojiza oscura. Pueden aparecer hasta un año después de la intervención, por ese motivo se recomienda su tratamiento continuado.
  • cicatrices retráctiles: son aquellas que se cierran hacia dentro, provocando limitación de la piel, tensión en los bordes y suelen tener ligeras adherencias.

¿Por qué es tan importante tratar la cicatriz?

Es importante saber que, tras una intervención como un trasplante, no sólo tenemos una cicatriz externa, sino que también existe una cicatriz interna en cada una de las capas de nuestro cuerpo. Si todos estos procesos se cumplen de forma organizada, el resultado es una cicatriz lisa, apenas perceptible e indolora. Sin embargo, cabe destacar que factores como la edad, color de piel, localización de la cicatriz, técnica utilizada de sutura y genética, cobran un papel importante en la recuperación postquirúrgica.

El tratamiento de este tipo de cicatrices consiste, sobre todo, en la movilización del tejido cicatricial. El uso de radiofrecuencia ayuda a la liberación de adherencias y contribuye a la vascularización para la regeneración del tejido. Esto muy importante tras un trasplante, ya que ayuda a mejorar la motilidad visceral del órgano trasplantado. Además, la tecnología Human Tecar® reorienta hacia otras zonas los depósitos de fibras de colágeno permitiendo alisar y pigmentar de forma natural la cicatriz.

Es muy importante también la protección solar para evitar la hiperpigmentación de la cicatriz y la correcta hidratación del tejido con ciertas cremas tópicas.

Se ha demostrado que extremar los cuidados postquirúrgicos con respecto a la cicatriz mejora las posibles patologías asociadas al tejido cicatricial.

 

https://clinicasom.com/el-papel-de-la-fisioterapia-tras-un-trasplante/

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