Semana de la movilidad

Con motivo de la semana de la movilidad, queremos resaltar lo importante que es el movimiento para nuestro cuerpo.

Hoy en día, el sedentarismo es una de las principales causas asociadas a patologías como la diabetes y la obesidad, entre otras.

El cuerpo humano no está diseñado para estar 24 horas sentado o tumbado. Gracias a la biomecánica de sus estructuras, una de sus funciones principales es el dinamismo: la capacidad de saltar, correr, movilizar las articulaciones, etc., para así evitar la atrofia y la debilidad.

¿Cuántas veces nos hemos levantado por la mañana sin poder movernos con un dolor puntual? ¿O hemos hecho un gesto indebido al agacharnos a por algún objeto y nos hemos quedado “enganchados”? Hay veces que podemos tener una patología o sintomatología por un problema traumático, pero en muchas de esas ocasiones, viene por un factor de inmovilidad corporal, y más hoy en día que al menos el 70% de las personas en activo tienen un trabajo en el que están aproximadamente 8 horas sentados.

¿Cómo es de importante el movimiento?

La ausencia de movimiento puede provocarnos ciertos problemas que a la larga se pueden convertir en patologías crónicas, viniendo la etiología de la misma por una posición mantenida.

Con el movimiento, el cuerpo humano libera sustancias en todas las capas del cuerpo y presenta múltiples beneficios, tales como:

  • Atrapar las sustancias colagenosas y ayuda a evitar las retracciones fasciales que se puedan llegar a dar por adherencias (Sistema fascial)
  • Movilizar las articulaciones disminuye la rigidez y el dolor asociado a ello (Sistema articular)
  • Dilatación arterial gracias al aumento de la presión sanguínea, lo que favorece un aumento del riego sanguíneo en zonas proximales y distales (Sistema circulatorio)
  • Activación de la vía simpática, dotándonos de una sensación de activación del cuerpo mediante impulsos endorfínicos. A nivel cerebral, promueve los mecanorreceptores dopaminérgicos, cuya hormona está asociada con la sensación de felicidad (Sistema nervioso)
  • Mayor capacidad pulmonar, lo que permite un aumento de oxigenación tanto en sangre como a nivel cerebral.  Ayuda a mejorar la respiración (Sistema cardio-respiratorio)
  • Incrementa la liberación de glucosa en el hígado, lo que favorece un aumento del metabolismo. Moviliza los apósitos de grasa, evitando que se acumule en zonas intraarticulares (Sistema endocrino)

Realizar ejercicio físico, aunque no sea de gran impacto, ayuda a nuestro cuerpo en la prevención de patologías o enfermedades de diversas índoles.

Problemas asociados a la ausencia del movimiento

  • Obesidad, diabetes tipo 2, alteración de la presión arterial y aumento de probabilidades de problemas coronarios.
  • Dolor muscular, cervicalgias y lumbalgias por posiciones mantenidas. Contracturas en la musculatura lumbopélvica.
  • Dolor corporal. La ausencia de movimiento provoca que limitemos más nuestros movimientos por protección ante el dolor y poco a poco se va provocando un patrón negativo de dolor intramuscular que se convierte en crónico.
  • Aumento de la serotonina por posicionamiento, que provoca más patrones depresivos y de ansiedad.
  • Riesgo de caídas, problemas propioceptivos, deformación de las articulaciones…

Uno de los hábitos más importantes es el movimiento. Es bueno tener metas deportivas en nuestro día a día, pero sabiendo que siempre tiene que ser progresivo; cada persona tiene su ritmo diferente para acostumbrarse a la intensidad del ejercicio. Empezar con pequeños gestos, estiramientos diarios al levantarnos y activar nuestro cuerpo, apuntarse a grupos de ejercicios terapéuticos, hacer alguna actividad física, apuntarse al gimnasio, son buenas costumbres que el cuerpo te agradecerá a la larga si se tiene constancia.

Lo tengo decidido, hoy empiezo a ponerme en forma

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