En el día mundial del cáncer de mama, queremos recordaros que mejorar vuestra calidad de vida tras pasar la enfermedad es posible. Sean cuales seas las secuelas que la enfermedad ha dejado en tu cuerpo, puedes mejorar.
Cada día se da un paso más en el campo de la investigación, de la medicina, de la rehabilitación… Son numerosos los tratamientos y las terapias que podrán ayudarte en función de tus necesidades para que tu día a día sea más fácil.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales a día de hoy. Cuanto más agresivo sea el tratamiento recibido, más efectos secundarios se padecerán.
Tratamientos más comunes del cáncer de mama
Por un lado, tenemos las mastectomías (extirpación de seno) y por otro las linfadenectomías (extirpación de ganglios linfáticos). A ambas, sumaremos la radioterapia y la quimioterapia. Estos tratamientos conllevan un sin fin de secuelas físicas, a las que habrá que añadir las secuelas psíquicas que puedan ocasionar.
¿Qué hacer cuando hay linfedema?
El linfedema es la acumulación anormal de líquido en el tejido blando. Se produce cuando existe una obstrucción en el sistema linfático. Tras una linfadenectomía, la posibilidad de desarrollarlo es un 10%. Si además de cirugía, se recibe radioterapia en la axila, el riesgo se incrementa a un 20-25%.
El tratamiento estrella en estos casos, es el drenaje linfático manual. No sólo para paliar sus efectos, también como prevención para crear vías colaterales que eviten su aparición.
Si hay reconstrucción de mama con implante
En estos casos, podrá haber implante o no. Cuando lo hay, las prótesis quedan recubiertas por glándula y grasa del tejido mamario. En la mastectomía, todos estos tejidos deben ser extirpados para eliminar el tumor por completo. Por eso, es muy frecuente que se produzca una contractura capsular. Se trata de la respuesta fisiológica exagerada del organismo a un cuerpo que no reconoce como propio. Las mamas se notan frías y más duras llegando a producir dolor intenso.
En estos casos, la tecarterapia nos permite producir una vascularización de la zona. La prótesis se moverá mejor y se podrá evitar su encapsulamiento.
Si hay reconstrucción sin implante
Se denominan técnicas autológicas de reconstrucción de mama aquellas en las que se emplean tejidos de la propia paciente. Estos tejidos pueden ser transferidos de la parte baja del abdomen o de la espalda.
Cuando se hace desde el abdomen, queda una cicatriz horizontal por encima del pubis. Uno de los problemas más comunes en estos casos, son las lumbalgias asociadas a la retracción de la cicatriz y a la pérdida de fuerza de fuerza de la pared abdominal.
De nuevo el tratamiento de la cicatriz con tecarterapia ayudará a combatir dicha retracción. Si añadimos el trabajo abdominal con hipopresivos, fortaleceremos la pared abdominal sin producir separación en los rectos abdominales. Conseguiremos además liberar diafragma y fortalecer la espalda.
Como siempre recomendamos, busca un buen profesional especializado en este campo que pueda asesorarte e informarte sobre el tratamiento adecuado según tus necesidades.
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