¿Qué es la osteopatía infantil?

La osteopatía infantil se encarga de impulsar de forma natural el correcto funcionamiento del organismo del bebé. A través de delicadas manipulaciones del cuerpo y cráneo, aliviaremos y liberaremos las tensiones y el estrés. Éste puede haber sido causado tanto  por el parto como por una mala posición intrauterina.

La llegada a un nuevo mundo no es un camino fácil. El propio momento del parto supone un trauma físico para el bebé. Se trata de una experiencia muy estresante, en la que el bebé debe colocarse en posiciones forzadas a su paso por el canal de parto. Todo ello, acompañado de una presión intermitente que le va empujando hacia el exterior: las contracciones.

Ya sea un parto largo, corto, normal, con cesárea, o con elementos como ventosas o fórceps, el momento del nacimiento supone un impacto sobre la estructura del bebé.  Principalmente, sobre el cráneo. También se pueden verse afectadas estructuras como el cuello (torticolis congénita), clavículas (fractura del parto)…

Por lo general, si no presenta ningún trauma importante, el bebé va superando poco a poco este momento de estrés. Sin embargo, en ocasiones se pueden producir pequeños bloqueos en la estructura ósea y en membranas. Estos bloqueos, no permiten que la recuperación sea completa, o hacen de ella un camino lleno de llantos y noches en vela. Pueden generar problemas con la alimentación, reacciones alérgicas, etc. Es en estos casos donde la osteopatía infantil puede ayudarte.

El objetivo principal es recuperar de forma rápida la normalidad en el funcionamiento del organismo. No sólo se podrá aliviar la dolencia del bebé, también evitarán posibles secuelas. Éstas podrían marcar el posterior crecimiento y desarrollo del niño. Es importante remarcar que la inmensa mayoría de las patologías que padecen los adultos, son secuelas no tratadas adecuadamente de patologías sufridas durante la niñez.

¿Qué tipo de problemas puede ayudarme a resolver?

La osteopatía infantil puede aliviar una serie de problemas en el bebé. Por ejemplo, problemas de alimentación causados por dolor en la mandíbula o giro del cuello y cabeza. Este sería el caso de  la torticolis congénita. También puede ayudarnos en casos de reflujo excesivo o regurgitaciones frecuentes, provocadas por un diafragma bloqueado.

Si observamos asimetrías en el cráneo o cara del bebe, podemos encontrarnos ante una deformación del cráneo en el recién nacido o plagiocefalia. La osteopatía infantil craneosacral,  junto con algunos consejos de posición y estimulación, nos ayudará a corregir las asimetrías antes de que sean permanentes.

En la esfera digestiva, algunos de los problemas que nos podemos encontrar pueden mostrarse por síntomas de hinchazón y tensión abdominal. Suelen ir acompañados de llanto excesivo y digestiones problemáticas (cólicos del lactante). en algunos casos también habrá problemas para evacuar. En estos casos la osteopatía infantil visceral va a aliviar de forma significativa estas dolencias. El sistema digestivo del bebé se encuentra todavía inmaduro y muchas veces necesita una ayuda para estimular su tránsito intestinal.

¿Cuándo puedo llevar al bebé a consulta?

A la semana de su nacimiento podemos llevar a consulta al bebé para una valoración inicial. No hace falta esperar más, una atención temprana va a facilitar la resolución del problema y el éxito en el tratamiento del mismo.

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