Mi primera clase de pilates, ¿qué puedo esperar?

Todavía hay personas que no saben muy bien en que consiste el método Pilates. Todo el mundo habla de los beneficios que conlleva y cada vez son más médicos (traumatólogos, reumatólogos, ginecólogos…) quienes lo recomiendan. Si eres una de esas personas y por fin te has decidido a iniciarte en este método, te contamos qué puede esperar de una primera clase.

Lo primero que debes saber: puede que te decepcione. Y lo decimos, porque si nunca antes has tenido contacto con el mundo Pilates, vamos a empezar por contarte los principios básicos con los que trabajaremos y puede resultarte un poco aburrido… Tranquilo, es sólo el primer día. En las siguientes clases ya no habrá lugar para el aburrimiento.

Una de las ventajas de practicar Pilates, es que puedes realizar cientos de ejercicios distintos: en el suelo, en máquinas, con objetos que te desestabilicen ( rulo, pelota, bosu…) con bandas elásticas, tonning balls etc. La variedad hará que no te resulte para nada aburrido. Eso sí, realices el ejercicio que realices, siempre se hará en base a unos principios básicos que debes conocer. Por eso es muy importante, que si vas a comenzar a practicarlo en grupo, realices antes una o varias clases de iniciación en las que se te expliquen dichos principios.

 

Los 5 principios básicos del pilates:

La respiración

En Pilates se da mucha importancia al modo en el que respiramos. Se utiliza la respiración intercostal, es decir, se inspira por la nariz llevando al aire se lleva a las costillas, expandiendo éstas en todas las direcciones. En la exhalación, soltamos aire por boca dosificando la salida y comenzando a activar musculatura  estabilizadora lumbopélvica.

La colocación pelvis

Se trabaja en dos posiciones básicas en lo que a la pelvis/zona lumbar se refiere: neutro e imprint. En neutro, mantendremos la curva natural de la zona lumbar. Con esta posición, nuestra columna lumbar absorbe las fuerzas de una forma adecuada y sin riesgo de lesión. En imprint, se activará la musculatura oblicua para ayudar en el caso, por ejemplo, de levantar las piernas del suelo si estamos tumbados boca arriba. Es una posición de “seguridad”. Lo ideal sería acabar haciendo todos los ejercicios en neutro.

La estabilización y colocación caja torácica

Durante  la práctica de los ejercicios, se mantendrá la mayor alineación posible entre caja torácica y pelvis. Además, columna y caja torácica se moverán durante el ciclo respiratorio: con la inspiración, la columna se extenderá y la caja torácica se elevará. Con la exhalación, la columna se flexionará y la caja torácica descenderá.

La colocación y estabilización cintura escapular

Cuando hablamos de cintura escapular, nos referimos a las escápulas, las clavículas y el esternón, es decir, una cintura imaginaria a la altura de los hombros. Se insistirá mucho durante las clases de Pilates, en una buena colocación y estabilización dinámica de la misma. Esta corrección, nos ayudará mucho en el día a día para evitar malos patrones de movimiento.

La movilidad y estabilidad cervical

Aprenderemos la correcta colocación de la cabeza con respecto a los hombros y a la caja torácica. De igual manera, se nos explicará como alinear correctamente la columna cervical manteniendo su lordosis natural.

Al principio, resultará complicado intentar mantener todos estos principios mientras realizamos distintos ejercicios. Pero, poco a poco, los iremos integrando y acabaremos haciéndolo con más y más naturalidad. De esta manera llegaremoa a integrarlos en las actividades de nuestro día a día e incluso en la práctica de cualquier deporte. Esa integración en la vida cotidiana, es el verdadero éxito del método Pilates.

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