Lo tengo decidido, hoy empiezo a ponerme en forma

\»Quiero ponerme en forma\». ¿ Cómo conseguirlo?. Entre los impedimentos más comunes están el trabajo, el coste de material, la conciliación familiar… y sobre todo la duda de si lo que estoy haciendo realmente se adapta a mí y me está ayudando a obtener resultados.

 

¿Salgo a correr o hago flexiones? ¿Me apunto al gimnasio o lo hago en casa?

Todo lo que sea realizar actividad física tendrá efectos positivos en nuestro organismo. Sin embargo, no saber adaptar la intensidad y la exigencia al estado físico actual de nuestro cuerpo puede ser una fuente de problemas como lesiones, dolencias o incluso alguna que otra consecuencia más grave.

Entre la infinidad de opciones que actualmente tenemos a nuestra disposición, hemos querido dividirlas en tres grandes grupos básicos: el entrenamiento aeróbico continuo, el entrenamiento interválico y el entrenamiento con nuestro peso corporal.

 

No hago deporte desde el colegio

Si nuestro punto de partida es el que aparece encima de estas líneas debemos tener claro un aspecto, de hoy para mañana no vamos a conseguir ser más ágiles, más fuertes… pero no estamos tan lejos como parece.

En este caso el entrenamiento aeróbico continuo es la clave. Debemos plantearnos una actividad cuya intensidad nos permita desarrollarla como mínimo durante 20 minutos.

Un elemento que puede ser nuestro mejor compañero en esta aventura y en el futuro es el pulsómetro. Gracias a este dispositivo podremos controlar nuestra frecuencia cardiaca y asegurarnos de estar en un rango de entre el 55% y 75% de frecuencia cardiaca máxima, franja recomendable para obtener el máximo resultado en este tipo de ejercicio.

La clave será mantener un ritmo constante donde las variaciones de nuestra frecuencia cardiaca no sean muy elevadas.

Por lo tanto, correr, caminar, montar en bici, nadar… son un primer paso estable para conseguir progresar de manera constante.

 

¿Qué beneficios voy a obtener?

Además de los beneficios externos que podamos experimentar por dejar atrás el sedentarismo, también obtendremos beneficios en nuestra salud como son

  • Aumento del metabolismo del tejido adiposo, por lo que ayuda a perder peso.
  • Descenso de la tensión arterial.
  • Aumento de la capilarización y grosor de los vasos sanguíneos.
  • Reduce los problemas arterioscleróticos.
  • Disminuye el riesgo coronario y previene de estas enfermedades.
  • Previene la osteoporosis y la descalcificación.
  • Provee mayor resistencia.

Si a pesar de todos los beneficios, la pereza o el hacer deporte solo te desanima.

Desde Clínicas Om ponemos a tu disposición un servicio de entrenamiento personal que te asesore y guíe.

Si quieres saber más sobre este servicio no dudes en ponerte en contacto con nosotros vía telefónica o por correo electrónico.

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