La respiración, elemento clave en pilates

Una adecuada respiración combinada con ejercicios terapéuticos ha sido la clave del éxito sin precedentes del método pilates. En pilates respirar consiste básicamente en inspirar por la nariz y espirar por la boca en el momento de mayor esfuerzo en la ejecución de ejercicio.

Al inspirar por la nariz, los cilios filtran el aire consiguiendo que entre más depurado a nuestros pulmones. Posteriormente, espiramos por la boca dosificando la salida del aire, consiguiendo así que la musculatura abdominal más profunda (transverso del abdomen) se active. El fin es, activar la faja natural del cuerpo para realizar un trabajo seguro, consiguiendo disminuir al máximo el riesgo de lesión.

 

¿Cuántos tipos de respiración existen?

En función de la zona y el tipo de musculatura utilicemos, podemos diferenciar tres tipos: alta, baja y media.

  • Alta o clavicular: se realiza con la parte alta de los pulmones, es la zona más pequeña y por ello, se recoge una menor cantidad de aire. Los músculos utilizados son los denominados accesorios, los cuales no están preparados para este tipo de respiración. Por este motivo, tienden a contracturarse, produciendo dolores cervicales y de cabeza. Es la más común en personas con patologías respiratorias o, en algunas ocasiones, por situaciones de estrés.
  • Media o intercostal: se realiza con las costillas, dilatando el tórax, consiguiendo que el aire penetre más en los pulmones. Las costillas se expanden y no se activa la musculatura superior del tronco.
  • Baja o abdominal: también llamada diafragmática. Los ejercicios de respiración abdominal consisten en respirar con el diafragma, que es el músculo principal de la respiración y por tanto se convierte en una respiración ideal para nuestro día a día.

 

¿Qué tipo de respiración realizas?

Para conocer el tipo de respiración que realizas te aconsejamos que lleves a cabo el siguiente ejercicio:

  1. Túmbate boca arriba, las rodillas dobladas y los pies apoyados.
  2. Coloca una mano en tu esternón y otra en el abdomen, y respira de forma natural.
  3. Si la mano que se eleva más es la de arriba, nos encontramos ante una respiración alta.
  4. Si la mano que se eleva más es la de abajo, la respiración sería abdominal.

 

¿Cuál es la respiración adecuada?

En pilates, la más adecuada es la intercostal, pues se consigue oxigenar correctamente el cuerpo sin sobrecargar la musculatura del cuello y a la vez permite tener el abdomen conectado a la hora de realizar los ejercicios, o como comúnmente se dice en pilates \»ombligo hacia dentro\».

En nuestro día a día, es complicado controlar todo el rato el tipo de respiración que utilizamos. Sin embargo, con un simple ejercicio podemos practicar para utilizar una respiración más abdomino-diafragmática.

Tumbado en la cama, con una mano en el esternón y otra en el abdomen, inspira por la nariz hinchando tu tripa todo lo que puedas y exhala encogiendo poco a poco tu abdomen hasta volver a posición inicial. Cierra los ojos, concéntrate en el ejercicio y repite varias veces hasta sentir que tu cuerpo y tu mente están relajados, pues esto será fruto de una correcta oxigenación llevada a cabo por una musculatura adecuada.

 

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