Las proteínas son el constituyente principal de todas las células vivas y se encuentran en el quinto escalón de nuestra pirámide alimenticia. Las tres cuartas partes del peso en seco de la célula, son proteína. Estas conforman células como las musculares, enzimas, hormonas, hematíes, anticuerpos, neurotransmisores, etc.
¿Qué son la proteínas?
Se trata de unas sustancias compuestas de una cadena de aminoácidos unidos por sus enlaces peptídicos. Según la OMS, la proteína de mayor calidad nutricional es la del huevo, cuyo valor de referencia es 100. Después, se encuentra el suero de leche y el pescado.
La recomendación de su consumo es de:
- 1 ración de proteína animal al día (huevos, carnes y pescados).
- 2-3 raciones de proteína vegetal (legumbre) a la semana.
¿Cuáles son las funciones que llevan a cabo?
Las proteínas se caracterizan por realizar multitud de funciones esenciales en el desarrollo de nuestro organismo. Dichas funciones son:
- Estructural o de construcción: por ejemplo, forman la queratina que da lugar a piel, uñas y pelo.
- Reguladora: muchas hormonas son de naturaleza proteica (insulina, hormona del crecimiento). Así como enzimas o neurotransmisores derivados de aminoácidos encargados de regular la transmisión del impulso nervioso.
- Defensiva: conformando el sistema inmunológico (anticuerpos, inmunoglobulinas).
- Coagulación: fibrinógeno y protrombina.
- Transporte de sustancias como grasa y oxígeno, favorecen la entrada de células a la membrana como glucosa, aminoácidos, etc.
- Energética: si el aporte de hidratos de carbono y grasas, es insuficiente para cubrir necesidades energéticas, los aminoácidos de las proteínas se emplean como combustible. Esto conduce a un problema, ya que se liberan aminas y amoniaco, que son tóxicos, causando en el organismo una acidosis metabólica (principal problema de las dietas hiperproteicas).
¿Qué sucede cuando existe déficit de proteínas?
El deficit proteico es muy común en países del tercer mundo, ya que no suelen tener acceso a proteína animal. Además, las proteinas vegetales a las que optan no tienen un valor nutricional muy completo. Algunas de las consecuencias de este déficit son atrofia muscular , los vientres abultados y retraso mental.
¿Qué sucede cuando existe exceso de proteínas?
Una dieta fundamentalmente proteica puede provocar un estado de cetosis en el organismo como hemos explicado anteriormente. El consumo de proteínas y grasas de origen animal se ha incrementado considerablemente en la sociedad occidental, dando lugar al aumento de determinadas enfermedades. En concreto, cuando el exceso en la dieta es determinado por las proteínas, podemos desarrollar trastornos en el organismo como la osteoporosis, o la aparición de cálculos renales. Esto es debido a que las proteínas de origen animal (carne, lácteos, etc…) crean un estado de acidosis en el cuerpo. Esta situación, hace que el pH del organismo disminuya, provocando un aumento de la diuresis.
Para neutralizar esta alteración, el organismo utiliza el calcio presente en el cuerpo, cuya principal reserva se encuentra en el esqueleto. De esta manera se produce una desmineralización y como consecuencia, se multiplica el riesgo de sufrir osteopenia u osteoporosis. Por último, ese calcio llega a los riñones donde debe ser filtrado dando lugar a la aparición de cálculos renales.
Numerosos estudios citan además, la relación del consumo elevado de proteínas de origen animal con una mayor incidencia en determinados tipos de cáncer, como cáncer de colon, mama, próstata y páncreas.
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