La relación entre fisioterapia y podología es muy estrecha . La fisioterapia se encarga del tratamiento de múltiples patologías o problemas del aparato locomotor con múltiples orígenes, como el traumatológico o por sobre uso. Muchas patologías afectan a la calidad de vida en el día a día de los pacientes. Esto hace que actividades tan sencillas como caminar, conducir, la jornada laboral o practicar deporte, se vean entorpecidas.
Nuestros pies están formados por un gran número de huesos, articulaciones, músculos y nervios, que posibilitan su correcto funcionamiento, siendo la base de nuestro cuerpo y nuestro sistema de locomoción, por ello es fundamental el mantenimiento de su mecánica.
El 90 por ciento de nuestra postura viene determinada por la pisada. Las modificaciones o trastornos del patrón de movimiento normal de la pisada influyen en la biomecánica del resto de articulaciones del miembro inferior y de la columna vertebral, produciendo en ocasiones patologías por un uso excesivo.
La importancia del estudio biomecánico de la pisada
En las personas con un marcado patrón biomecánico cuando caminan, o con trastornos funcionales en el pie, el riesgo de lesión puede aumentar. Es por ello que la pisada puede limitar el estado de bienestar general de los pacientes. Por otro lado, las lesiones en los pies pueden llevar a problemas en otras articulaciones o músculos.
Es frecuente, por lo tanto, que en múltiples ocasiones fisioterapeuta y podólogo trabajen para lograr un objetivo común: realizar el mejor tratamiento para resolver de la manera más eficaz la patología de cada paciente. Como hemos dicho, existe una relación entre fisioterapia y podología
Pero la pregunta es cuándo y porqué necesitamos cambiar o adaptar el patrón de la pisada del paciente como parte imprescindible de la terapia.
La mejor opción si se sospecha de alguna perturbación a nivel de la pisada, es la realización de un estudio biomecánico de la marcha. Consiste en un análisis exhaustivo de la biomecánica del miembro inferior tanto en posición estática como dinámica. Se valora también su relación con otras estructuras como rodilla, cadera e incluso columna vertebral.
Relación entre fisioterapia y podología
En ocasiones el fisioterapeuta tendrá que derivar al servicio de podología en caso de duda ante alguna disfunción en la mecánica de la pisada o alguna alteración funcional y estructural en el pie del paciente, así como el desconocimiento de la etiología del dolor, ya que es la principal señal de que algo no va bien en la mayor parte de las alteraciones, no podemos considerar el dolor como algo habitual y no prestarles atención a las señales de alarma corporales.
El mantenimiento de la biomecánica corporal correcta durante el día a día y cuando se realiza algún deporte, es imprescindible para prevenir cualquier lesión, y para ello es necesario una correcta valoración y un examen individualizado para cada persona.
Biomecánica y deporte
En deportistas la pisada cobra todavía mayor importancia, ya en que la mayor parte de los deportes los miembros inferiores se ven sometidos a una alta demanda, principalmente en deportes en los que predominan los saltos o la carrera.
Por ello muchas veces no solo vamos a resolver patologías ya existentes, si no que buscaremos incrementar el rendimiento deportivo y la prevención de lesiones derivadas del gesto deportivo, optimizando el equilibrio de presiones y previniendo la fatiga en las estructuras que conforman los pies y el sistema musculoesquelético.
Con deportistas, es imprescindible que la fisioterapia y la podología se unan en un mismo equipo, para llevar al paciente al máximo rendimiento y en consecuencia a evitar en la medida de lo posible cualquier lesión derivada de la propia mecánica del paciente.
Algunas de las patologías musculares y articulares que podremos evitar con una adecuada prevención son: esguinces, pubalgias, metatarsalgias, fascitis plantares, tendinopatías, condropatías…
Cabe destacar que patologías como los esguinces de repetición, en muchas ocasiones dependen de alteraciones en la técnica de carrera, por ello su optimización es fundamental para su prevención. Más del 60% de las lesiones de tobillo que sufren los deportistas son esguinces, y muchas veces dependen de la posición de nuestro pie a la hora de pisar, de forma neutra, en pronación o supinación.
¿En qué consiste el estudio de la pisada?
El estudio biomecánico de la pisada, también llamado estudio de la marcha, consta de varias fases:
- Entrevista personalizada con el paciente para la elaboración de la anamnesis.
- Exploración física en camilla
- Realización de test biomecánicos en bipedestación
- Estudio estático y dinámico de la huella plantar mediante plataforma de presiones
- Grabación en vídeo de alta velocidad
- Análisis cinemático de la marcha o la carrera y test de salto
- Análisis posterior con informe de resultados, donde se determina el tratamiento
Una vez finalizado el estudio biomecánico, se pautará el tratamiento correspondiente, que en muchos casos consistirá en ortesis plantares a medida. En este caso, se realizarán dos fases más en el estudio para la realización de las plantillas personalizadas:
- Escaneo del pie en plataforma 3D.
- Entrega de plantillas personalizadas y posterior revisión.
En resumen, fisioterapia y podología trabajan conjuntamente en la prevención y tratamiento de lesiones, tanto en deportistas como en la población general, formando el tándem perfecto para tu salud
En Clínicas OM, contamos con la última tecnología de la mano de Podoactiva®, y tanto nuestros fisioterapeutas como podólogos forman un equipo multidisciplinar, ofreciendo el mejor tratamiento.
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