Este año prueba a practicar con las raquetas de nieve

La práctica de raquetas de nieve es una de las modalidades deportivas de invierno que cada año gana más practicantes. El principal motivo es que no requieren de un aprendizaje previo para realizar alguna ruta fácil. Aunque existe cierta técnica, las raquetas son una buena forma de aproximar al medio natural invernal a personas desconocedoras de la montaña.

Al igual que cualquier otro deporte de montaña, la orografía del terreno nos permite adaptar la exigencia física. Normalmente, lo podemos practicar en las estaciones de esquí ya que preparan zonas especiales para el público practicante sin demasiados obstáculos técnicos. Sin embargo, acompañados por una persona con experiencia es un deporte que se puede realizar en cualquier terreno nevado.

¿Qué beneficios obtenemos practicando raquetas de nieve?

El primero es una mejora nuestro sistema cardiovascular, ya que exige un trabajo físico de resistencia. Además, su práctica en altitud y por terrenos con desniveles supone un esfuerzo mayor aportándonos un beneficio extra.

Las raquetas son perfectas para realizar entrenamientos de larga duración, pues son entretenidas y podemos regular fácilmente el ritmo que nos interesa seguir. Además, con ellas podremos acceder a parajes invernales que a pie nos sería imposible. Una posibilidad para aumentar la intensidad de la actividad es abrir huella nueva, eso sí, sin apartarnos de la ruta.

A nivel muscular el trabajo de fortalecimiento del tren inferior es significativo. De hecho, músculos como cuádriceps, isquiotibiales y gemelos se ven intensamente exigidos durante el esfuerzo. Normalmente la zancada es muy diferente a la habitual, teniendo que levantar más de lo normal las piernas para poder avanzar, un trabajo similar al de subir o bajar escaleras. A esto se le añade el trabajo con brazos si usamos los bastones de esquí.

¿Qué precauciones debemos tomar?

Es muy importante destacar que las raquetas de nieve se practican en invierno y al aire libre, por lo que hay que tomar ciertas precauciones. Las cortas horas de sol, las bajas temperaturas o el viento helado nos pueden poner en una situación de riesgo si no atendemos a la necesidad de llevar una ropa adecuada o protegernos del sol. Además, si no seguimos una ruta establecida, es fundamental tener los conocimientos y criterio adecuado para moverse y orientarse con seguridad por la montaña.

Es importante a tener en cuenta las limitaciones de las raquetas en superficies duras como el hielo.  Por ello debemos prestar especial atención, ya que un uso incorrecto puede conducirnos a situaciones de peligro. Las puntas metálicas que incorporan las raquetas no sustituyen a los crampones clásicos.

Con todo esto, nada nos impide adentrarnos en la magia de la montaña en invierno. Con unas buenas raquetas bajo los pies y una mochila a la espalda, nada puede interponerse en el camino.

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