El esguince de tobillo es considerado una de las lesiones más frecuentes dentro de la práctica deportiva.
Consiste en una distensión ligamentosa en la zona tibio tarsiana. Normalmente el mecanismo de producción es una inversión forzada, llegando a lesionar el ligamento lateral externo del tobillo.
Los ligamentos juegan un papel fundamental en la estabilidad del tobillo y en la emisión de la información, por tanto, si se ven afectados existen repercusiones en la estabilidad y la función.
¿Qué grados existen?
El grado del esguince de tobillo se diagnostica de forma clínica en función de la mayor o menor afectación del ligamento.
- Esguince grado I: cuando la lesión es leve, se denomina comúnmente “torcedura”. Se produce un estiramiento del ligamento afectado, pero sin crear alteraciones en otras estructuras, por lo que la articulación permanece estable sin perder habilidad funcional. Cursa con una ligera inflamación y un aumento de la sensibilidad de forma local.
- Esguince grado II: cuando la lesión es moderada, el ligamento tiene una ruptura parcial. Pasadas varias horas suele aparecer una importante inflamación, que incapacita la deambulación. Presenta una alteración del compromiso articular, en especial cuando existe una flexión dorsal forzada (como subir escalones, andar en pendiente…)
- Esguince grado III: tiene lugar la ruptura total del ligamento y se cataloga como una lesión severa. Presenta mucho edema, dolor e incapacidad de movilidad unido a una gran inestabilidad de tobillo.
¿En qué consiste su tratamiento?
Los objetivos del tratamiento del esguince de tobillo una vez diagnosticado qué estructuras se encuentran afectadas, son los siguientes:
- Disminución de la inflamación y reabsorción del edema en caso de que exista.
- Recuperación del rango articular normal de la articulación.
- Mejora de la funcionalidad muscular.
- Fortalecimiento de la musculatura mediante ejercicios específicos de eversión.
- Estiramiento de la musculatura periarticular, como los gemelos, para ayudar a la fase de despegue en la marcha y reeducación de manera correcta.
- Restauración de la propiocepción del tobillo, y a su vez, ayudar a evitar posibles esguinces de repetición en el futuro por una mala coordinación musculo-ligamentosa.
Para todos estos objetivos, en Clínicas Om contamos con diversas técnicas que pueden ayudarte a tu rehabilitación, tales como:
- Terapia manual combinada con la tecnología Human Tecar®.
- Drenaje linfático manual.
- Manipulaciones osteopáticas.
- Punción seca.
- Kinesiotaping.
- Sinergy Viss®
- Sinergy Matt®
- Rehabilitación mediante ejercicios específicos .
A través de cadenas lesionales, un esguince de tobillo puede llegar a afectar a otras áreas como rodilla y cadera, por lo que si sufres, o has sufrido, algún esguince, recuerda acudir a un buen profesional para su tratamiento.
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