¿El cambio del tiempo provoca dolor corporal?

Cuantas veces hemos escuchado a algún conocido que padezca una patología o le hayan operado la frase  “me duele, eso es que va a llover”. Es común la creencia de que el cambio de tiempo tiene efectos directos sobre la aparición de dolor corporal.

¿Por qué existe esa relación?

En realidad, es muy sencilla, en nuestro cuerpo tenemos diferentes mecanorreceptores que transmiten la información que esté recibiendo. Poseemos tanto para estímulos internos (modificaciones sanguíneas, de cutáneos, viscerales..)  como externos (cambios de temperatura, el gusto, tacto…)

Por ese motivo, cuando existe una alteración de la temperatura nuestro cuerpo responde gracias a los receptores corporales. Esta reacción puede provocar sintomatología dolorosa si se encuentra con alguna patología como pueden ser:

Algia muscular

En cuanto a dolores musculares, existe una respuesta local de la musculatura de contracción ante el frío. Este hecho puede agravar patologías por la tensión muscular que eso provoca, siendo los cuadros miofasciales los más afectados ante la disminución brusca de la temperatura. Esto puede favorecer a perpetuar la sintomatología dolorosa de una lesión.

Migrañas y dolores de cabeza sinusales

Antes de una tormenta existe un cambio de la presión barométrica. Este fenómeno provoca una mayor presión en los senos paranasales y en los oídos en comparación con al aire circundante, por ese motivo el aire intenta igualar la presión debido a esa descompensación produciendo dolor en oídos y la cara.

Las personas que padecen de sinusitis crónica o migrañas pueden verse aumentado su sintomatología durante un cambio brusco de presión. El detonante puede ser desde un cambio brusco de tiempo o un simple viaje en avión. Aun que no se han encontrado evidencias concluyentes sobre dicha relación.

Dolores de tipo reumático

Ante cambios bruscos de tiempo, las articulaciones disminuyen su capacidad comprimiéndose, pudiendo producir cierta rigidez. En pacientes con problemas articulares, los receptores a la presión se encuentran alterados, por lo cual ante la variación brusca de la temperatura pueden presentar más sintomatología, y unido a la rigidez articular aumentar la sensación dolorosa.

Ya se habla incluso del término de la meteoropatología, estudiando si a nivel científico existe una mayor relación con otros aspectos del tiempo. Pero aún no se han sacado resultados concluyentes, ya que no solo afecta el tiempo, sino como se encuentren nuestras articulaciones, músculos y sistema circulatorio al igual que a cuanta altitud nos encontremos.

Aun así, este podría ser el motivo por el cual personas mayores se jubilan en sitios de presión constante, donde sufren menos dolor.

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