Consecuencias tras una prostatectomía ¿Me recuperaré?

Cuando nuestro médico nos aconseja pasar por prostatectomía parcial o radical, surgen muchas dudas sobre las posibles secuelas que pueden aparecer debido a la cirugía. Muchas de ellas dependerán del estado de afectación de la próstata del paciente, del paciente, el tipo de cirugía, etc. Esto determinará el postoperatorio y la recuperación total o parcial del paciente.

¿Qué es la próstata?

La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino ubicada delante del recto y justo debajo de la vejiga. Su tamaño normal es el de una nuez, aunque con la edad puede ir aumentando de tamaño sin llegar a ser patológico.

Su función principal junto con las vesículas seminales es la de fabricar el líquido prostático, protegiendo a los espermatozoides y aumentando las posibilidades reproductivas.  

La uretra, que es el conducto por el cual se trasporta la orina y el semen hacia el exterior a través del pene, pasa por el centro de la próstata.

Cuando su tamaño aumenta de manera anormal ya sea por hiperplasia o por hipertrofia benigna o por un carcinoma de próstata, la próstata oprime la uretra y pueden aparecer síntomas a nivel urinario como el aumento de la frecuencia miccional, dificultad a la hora de comenzar la micción, perdidas de orina, urgencia miccional, etc.

¿En que casos se recomienda la prostatectomía?

Normalmente este tipo de cirugía esta indicada en los casos donde existe un cáncer de próstata o cuando la sintomatología de la hipertrofia o la hiperplasia es muy importante.

Existen dos tipos de prostatectomía, prostatectomía simple en la que solamente quitan de forma parcial el tejido afectado de la glándula y la prostatectomía radical que se utiliza cuando hay un carcinoma y la glándula no se puede salvar.

La prostatectomía radical ha prolongado la esperanza de vida de los pacientes, pero también causa una perdida de la calidad de vida debido a las principales secuelas como la incontinencia urinaria y los problemas de erección.

Síntomas debidos a la prostatectomía radical

Los síntomas comienzan a verse tras la retirada del sondaje a las dos semanas de la cirugía. Normalmente se les recomienda el uso de compresas o pañales para la incontinencia.

Los principales síntomas son:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo y de urgencia
  • Incontinencia anal
  • Impotencia y disfunción eréctil
  • Eyaculación retrograda hacia la vejiga y no hacia la uretra
  • Estenosis uretral tras la cicatrización
  • Sangre en el semen
  • Estreñimiento

¿En qué puede ayudarme la fisioterapia?

En el preoperatorio:

Numerosos estudios avalan el tratamiento fisioterápico preoperatorio para minimizar las secuelas tras la operación. Este programa preoperatorio consiste en enseñar al paciente nociones básicas de anatomía para localizar los músculos de su suelo pélvico, enseñar a contraer dicha musculatura de manera eficaz y mantener dicha contracción a la hora de realizar esfuerzos, realizar un diario miccional junto con la ingesta de líquidos para entrenar a la vejiga y evitar el estreñimiento.

En el postoperatorio:

Tras el alta médica, cuando tu urólogo te diga que ya puedes acudir al fisioterapeuta, lo ideal es realizar un entrenamiento especifico de la musculatura del suelo pélvico, con la ayuda de la electroestimulación (Phenix Liberty®) ya sea por vía intracavitaria o externa si esta contracción de la musculatura es muy débil. También podemos trabajar con la inversión de la orden perineal, es decir, no contraemos si no que abombamos el suelo pélvico.

También podemos trabajar con el biofeedback para trabajar la propiocepción del paciente sobre su musculatura, además también trabajaremos en conjunto con su musculatura abdominal (transverso del abdomen) y una vez lo controle uniremos ambas contracciones en diferentes ejercicios y así llevarlo hacia sus actividades de la vida diaria.

Además, la fisioterapia uroginecológica también puede ayudarte en otros efectos secundarios de la cirugía como el estreñimiento, la acumulación de gases en al abdomen, en el tratamiento de las cicatrices postquirúrgicas y trabajando la musculatura diafragmática, abdominal y perineal en el caso de que haya un hipertono tras la cirugía, para todo ello tu fisioterapeuta puede realizar tratamiento manual y visceral y así aliviar tus síntomas.

¿Cuándo empezare a notar mejoría?

Como cualquier cirugía los resultados y la mejoría dependerá de la predisposición del paciente y sus características físicas, también dependerá de si ha realizado o no un tratamiento preoperatorio adecuado.

La mejoría comienza a notarse a los dos meses de comenzar el tratamiento de fisioterapia, en la disminución de la cantidad de protecciones diarias que usa el paciente, en la mejoría a nivel sexual, ya que su erección es mas eficaz por el aumento del tono y fuerza muscular.

Normalmente a los seis meses el paciente alcanza la continencia total, hay estudios en los cuales los paciente que han realizado fisioterapia después de la cirugía han mejorado antes, siendo entre un 30%-40% la diferencia con respecto a los que no lo habían hecho.

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