¿Cómo tratamos el síndrome subacromial del hombro con Human Tecar?

Uno de los problemas más comunes que causan dolor del hombro es el llamado síndrome subacromial.  También es conocido como impingement.  Se caracteriza por un estrechamiento del espacio subacromial del hombro. Este espacio alberga los tendones del manguito retador. Dicho estrechamiento provoca la compresión de los mismos. El manguito de los rotadores está formado por los tendones de los músculos supraespinoso, infraespinoso, redondo menor y subescapular. La compresión sobre el manguito puede producir edema e inflamación en las fases agudas. En ocasiones, puede coexistir con una bursitis. En otras, puede haber también fibrosis, engrosamiento y hasta  rotura del manguito (específicamente del tendón del supraespinoso). Esto puede ocurrir  en los casos más crónicos. Provocará entre otros síntomas un intenso dolor en el hombro (que puede ser incluso nocturno) y una importante incapacidad para mover el brazo (impotencia funcional).

Desarrollo del tratamiento:

En cualquiera de estas fases, la Fisioterapia Human Tecar puede ser muy beneficiosa y eficaz. Puede frenar el avance de la degeneración del manguito y provocar  una disminución del dolor y un aumento de la movilidad del hombro.

Casos agudos:

En los casos agudos donde el dolor y la inflamación son los síntomas principales de nuestro paciente, haremos uso de: nuestra terapia manual, los productos funcionales y por supuesto el Sinergy HCR ( 20% del tiempo aprox.).

Buscaremos un aumento de la temperatura, con el electrodo resistivo, en las cadenas linfáticas proximales. El fin será activarlas y estimular el drenaje. Con el electrodo capacitado termodinámico, lograremos una vasodilatación sobre los vientres musculares implicados en cada caso (infraespinoso, supraespinoso, redondos, trapecios, pectorales…) con el objetivo de relajarlos.

En el 80% restante, trabajaremos directamente sobre la zona de inserción del manguito retador. Se estimulará la microcirculación y el drenaje de la inflamación con ambos electrodos, el resistivo y el capacitado linfodinámico. De esta forma, se drenarán tanto los tejidos profundos como los superficiales. La mejora del síndrome subacromial será significativa.

Como ayuda para disminuir el dolor de manera más rápida, podremos utilizar en esta fase de forma combinada el Sinergy Viss. Con su vibración mecano-sonora a 120 Hz provocaremos una respuesta del sistema nervioso central que generará analgesia.

Casos crónicos:

En los casos crónicos de síndrome subacromial, es posible que el aspecto que más destaque en la evaluación del paciente sea la impotencia funcional. Más aún que el dolor y  la inflamación. Por ello, aquí podremos invertir los porcentajes que hemos visto antes. Trataremos un 80% del tiempo de la sesión aumentando la temperatura y un 20% estimulando la microcirculación y el drenaje.

Durante la primera parte, la más larga, nuestra terapia manual podrá ser más intensa. Se buscarán las barreras motrices de cada movimiento para ir ganando rango articular. Este trabajo irá acompañado con el electrodo resistivo sobre la zona de inserción del manguito, con temperatura para mejorar la oxigenación y vascularización de los tendones.

Con el electrodo capacitivo termodinámico, igual que en la fase aguda podremos trabajar con vasodilatación sobre los vientres musculares afectados. De esta manera trataremos de relajarlos y generar así menos tensión sobre los tendones del manguito. La segunda parte (microcirculación y drenaje) la haremos igual que en la fase aguda solo que menos tiempo.

En ambos casos, los ejercicios que aconsejemos al paciente serán fundamentales para recuperar el equilibrio y la fuerza muscular de la musculatura que estabiliza el hombro. Buscaremos trabajar los músculos que deprimen la cabeza humeral y mejoren la posición de la escápula. Por otro lado, intentaremos relajar los que la elevan y los que “enrollan” el hombro, para mejorar así la postura y tratar de evitar el pinzamiento.

Más allá de la radiofrecuencia:

Para esto, el Sinergy Viss va a adoptar un papel principal, pues su efecto sobre el sistema neuro-muscular va a permitir mejorar el tono de la musculatura periarticular. Pondrá a disposición del paciente más fibras musculares para reclutar en cada movimiento, mejorando por lo tanto la fuerza muscular. Para conseguir este objetivo colocaremos los transductores sobre las uniones miotendinosas de los músculos elegidos y trabajaremos con frecuencias de 200 o 300 Hz.

En las últimas fases del tratamiento, utilizaremos el Sinergy Mat para reeducar el gesto, mejorando la propiocepción y el control motor del hombro.

Leave feedback about this

  • Rating

¡Llámanos!

X