Cesárea: qué es y en qué consiste

¿Qué es y en qué consiste una cesárea?

En algunas ocasiones el parto puede complicarse y terminar de una manera no deseada. No debemos asustarnos en el caso acabar en cesárea y por ello es importante que sepas cómo es dicha cirugía y cómo recuperarse tras ella.

Todas las futuras mamás desean tener un parto natural por vía vaginal respetado, humanizado, y no instrumentalizado.

La cesárea es la extracción del feto y la placenta a través de la pared abdominal. En algunas ocasiones, este tipo de cirugía puede programarse antes de entrar en el proceso de parto si el médico lo cree conveniente, si pone en riesgo la vida de la madre y/o del bebé, pero en otras ocasiones puede realizarse de urgencia por sufrimiento fetal, prolapso del cordón umbilical, desprendimiento de la placenta, placenta previa con hemorragia, fracaso en la inducción del parto, parto sin progresión o fiebre durante el parto.

Cuando pensamos en cesáreas, nos viene a la cabeza la cicatriz resultante en el abdomen. Pero, ¿en qué consiste exactamente una cesárea?

La cesárea es una intervención quirúrgica en la que se realiza una incisión tanto en el abdomen como en el útero de la madre para poder extraer el feto y la placenta.

Es decir, se trata de una intervención quirúrgica que se utiliza cuando el parto vaginal no es posible.

¿Cómo se realiza una cesárea?

La cesárea es una cirugía por vía abdominal, se puede realizar una incisión longitudinal a través de la línea alba del abdomen (tejido conectivo que separa los rectos del abdomen) o transversal  por debajo de la línea del bikini (es la más frecuente).

Para llegar al útero tenemos que atravesar varias capas que son:

  • La piel
  • Grasa subcutánea
  • La aponeurosis abdominal que nos permite separar los rectos del abdomen y así no cortar la musculatura.
  • El peritoneo que es la capa que separa la pared abdominal de las vísceras.
  • El útero. Una vez que se alcanza el útero se realiza una incisión transversal en sus fibras musculares y así extraer el feto y la placenta.
  • El saco amniótico.

¿Cuánto tarda en cicatrizar y qué debo hacer una vez esté cerrada?

La cicatriz no sólo existe en la piel, también en todas las capas que se han seccionado hasta llegar al bebé. Una vez suturadas, las heridas tienen que cerrarse y cicatrizar. Las cicatrices internas a nivel muscular, fascial y de la grasa subcutánea, tardan entre uno y tres meses en cerrarse y curarse. La piel en su caso tarda de siete a diez días. El útero cicatriza en unos 18 meses, por lo que se recomienda esperar mínimo dos años para volver a quedarse embarazada.

En un tiempo entre 4 y 8 semanas, según las indicaciones del ginecólogo, las mujeres pueden volver a sus actividades normales, incluyendo el ejercicio físico.

Los cuidados que debemos tener durante la cicatrización de las heridas son los siguientes:

Mantener la herida limpia y seca: Debemos lavarla todos los días con agua y jabón y dejarla bien seca, incluso podemos dejarla al aire para que cicatrice más rápido. De esta manera evitaremos posibles infecciones. Debemos hidratar muy bien la piel para que no se escame y para ello podemos utilizar aceite de rosa de mosqueta que además nos ayudara a la cicatrización.

Masajear la cicatriz: Es muy importante tratar la cicatriz desde el primer momento. Los primeros días en los que la cicatriz está reciente, tocaremos alrededor para ir quitando posibles molestias y problemas de sensibilidad. Una vez esté bien cerrada, la masajearemos para evitar adherencias y realizaremos ligeras fricciones sobre ella. Lo ideal es acudir a un profesional que nos enseñe como tratar dicha cicatriz.

Acude a tu fisioterapeuta: Es muy importante que una vez esté cerrada la cicatriz, tu fisioterapeuta la valore y la trate, ya que se pueden usar diferentes técnicas para que tu cicatriz quede perfecta. La radiofrecuencia, punción seca, cyriax, kinesiotape, etc..

¿Qué ejercicios se pueden realizar tras una cesárea?

Postparto inmediato

  • Ejercicios respiratorios: Realizaremos tanto respiración abdominal como respiración torácica para evitar un bloqueo del diafragma. Después de una cesárea, este tipo de ejercicio se puede realizar en cualquier posición. Estas respiraciones ayudarán a relajar la faja abdominal y a drenar el abdomen.
  • Ejercicios de Kegel: Este tipo de ejercicios para el suelo pélvico se pueden realizar inmediatamente después de la cesárea. Es conveniente la valoración de un fisioterapeuta especializado antes de empezar a hacerlos.
  • Caminar: Ayuda a activar la circulación de todo el cuerpo y así bajar la inflamación producida por la cesárea.

Tras estas primeras 6 semanas es recomendable acudir a un fisioterapeuta especializado en embarazo y postparto para que te guíe antes de comenzar a realizar deporte.

Postparto tardío

Tras las primeras 6 semanas y una vez valorado por un fisioterapeuta, se puede comenzar a realizar diferentes ejercicios para tonificar la musculatura abdominal y del suelo pélvico.

  • Hipopresivos: Este tipo de ejercicios ayudan a activar la circulación, estimula la involución uterina, previene los prolapsos genitales y sobre todo tonifica la faja abdominal y el suelo pélvico. Además, mejoran la postura, aspecto muy importante durante el postparto.
  • Método 5p: También llamado trono de propiocepción. Con el método 5p ayudamos a trabajar la propiocepción (sensibilidad profunda) tanto del abdomen, de la musculatura profunda de  la espalda y del suelo pélvico.

¿Qué se debe evitar tras una cesárea?

Es muy importante tener en cuenta que una cesárea es una cirugía abdominal donde se ven muchas estructuras afectadas.

  • Ejercicios abdominales tradicionales: Aquellos ejercicios que impliquen realizar una flexión del tronco, o lo que es lo mismo, acercar el pubis al esternón, ya que aumentan la presión dentro de la cavidad abdominal (como si aplastáramos un globo), llevando dicha presión hacia el periné y el abdomen. Este tipo de ejercicios pueden aumentar la diástasis abdominal, afectan la integridad del suelo pélvico e incluso pueden llegar a provocar otras disfunciones perineales como los prolapsos, incontinencia urinaria, etc.
  • Ejercicios de alto impacto: Estos ejercicios aumentan la presión intraabdominal, pudiendo provocar disfunciones del suelo pélvico y de nuestra faja abdominal.
  • Estreñimiento: Durante las primeras semanas es muy importante evitar el estreñimiento, ya que el esfuerzo excesivo puede provocar todo lo citado anteriormente

 

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Artículo publicado en Junio de 2019 y actualizado a Febrero de 2021.

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